1. Lean libros con frecuencia delante de sus
hijos y que se note que los aprecian. Los egipcios decían: “Ama los libros como
amas a tu madre”. Y, vayan haciendo una biblioteca familiar, en un sitio
accesible de la casa.
2.-
Compren libros habitualmente, pero bien seleccionados: son el alimento de la
inteligencia y, por ello, hay que garantizar que la mercancía es de excelente
calidad.
3.- Que siempre haya un libro para cada hijo
entre los regalos de Reyes y del santo y cumpleaños. Animen a sus hijos a que
tengan la ilusión de hacerse su pequeña biblioteca de libros infantiles.
4.- Léanles a sus hijos, al menos 15 minutos
cada día: les aclararán dudas de palabras nuevas, expresiones hechas, refranes,
dichos y, a la vez, les harán ver qué conductas están bien y cuáles van contra
su dignidad de personas.
5. Hagan que sus hijos lean delante de
Uds.: les enseñarán a pronunciar bien las palabras, hacer las pausas debidas y
leer con el ritmo correcto. Después, pregúntenles si han entendido lo que han
leído, para aclarar conceptos y enriquecer su vocabulario.
6.-
Dediquen algún tiempo del fin de semana a leer en familia alguna obra maestra
de la literatura y a debatir después sobre lo leído.
7.- Adquieran
videos basados en buenas obras literarias para, después, animarles a leerlas.
Sólo de las obras de Shakespeare se han filmado 336 películas.
8.- Infórmense bien de los cuentos, libros,
cómics e historietas adecuados a la edad de cada uno de sus hijos, para acertar
en la elección y lograr que se interesen por cultivar esta afición en el
futuro.
9.- A la misma edad, la madurez de cada hijo
es distinta. Un libro adecuado para uno no lo será para otro.
10.- Las colecciones de ‘comics’ bien
elegidas, pueden aficionar. Poco a poco se aumenta la dosis, hasta llegar a leer
los clásicos.
Adaptado
de www.arvo.net