lunes, 7 de abril de 2014

EJERCICIO PARA ENFRENTAR EL ESTRÉS

Consiste en dividir los músculos de cuerpo en grupos y a continuación relajarlos de forma gradual. En primer lugar, realizaremos contracciones para relajarlos progresivamente después.
Condiciones:  
El lugar donde realizaremos el ejercicio debe ser tranquilo y agradable, si es posible con fondo musical.
La posición ideal de cuerpo es en “supinación” con las piernas y los brazos juntos, pero sin tocarse.
Los labios cerrados suavemente, evitando que los dientes se toquen.
·        Cierre la mano, apretando con fuerza el puño durante unos tres segundos.
·        Relaje el puño abriendo la mano lentamente hasta que esté totalmente abierta.
·        Sienta el contraste entre la tensión y la relajación. Inspire profundamente y expire lentamente.
·        Realizar el mismo ejercicio con la otra mano.
Ahora
·        Centre su atención en la mandíbula. Oprímala fuertemente, como si quisiera morder con fuerza durante tres segundos. Relaje, inspire y expire lentamente.
·        Cierre los ojos con fuerza como para protegerte de una potente luz. Relaje los ojos, inspire y expire lentamente.
·        Centre su atención en la frente y tense los músculos. Relaje, inspire y expire
·        Arrugue el rostro como una nuez. Relaje, inspire y expire.
·        Oprima la nuca contra el suelo, Relaje, inspire y expire.
·        Centre la atención en el abdomen, ténselo como si quisiera protegerlo de un golpe. Relaje, inspire y expire.
·        Ahora tense la pelvis.
·        Centre la atención en los genitales. Relaje, inspire y expire
·        Contraiga con fuerza las nalgas. Relaje, inspire y expire.
·        Centre la atención en el pié, ténselo con fuerza. Relaje, inspire y expire. Repite con el otro pié.
Para finalizar nos quedamos quietos y relajados durante cinco minutos. Abrimos lentamente lo ojos y no incorporamos lentamente.
Recuerde que este ejercicio lo puede realizar con sus estudiantes.
Consiste en dividir los músculos de cuerpo en grupos y a continuación relajarlos de forma gradual. En primer lugar, realizaremos contracciones para relajarlos progresivamente después.
Condiciones: 
El lugar donde realizaremos el ejercicio debe ser tranquilo y agradable, si es posible con fondo musical.
La posición ideal de cuerpo es en “supinación” con las piernas y los brazos juntos, pero sin tocarse.
Los labios cerrados suavemente, evitando que los dientes se toquen.
•        Cierre la mano, apretando con fuerza el puño durante unos tres segundos.
•        Relaje el puño abriendo la mano lentamente hasta que esté totalmente abierta.
•        Sienta el contraste entre la tensión y la relajación. Inspire profundamente y expire lentamente.
•        Realizar el mismo ejercicio con la otra mano.
Ahora
•        Centre su atención en la mandíbula. Oprímala fuertemente, como si quisiera morder con fuerza durante tres segundos. Relaje, inspire y expire lentamente.
•        Cierre los ojos con fuerza como para protegerte de una potente luz. Relaje los ojos, inspire y expire lentamente.
•        Centre su atención en la frente y tense los músculos. Relaje, inspire y expire
•        Arrugue el rostro como una nuez. Relaje, inspire y expire.
•        Oprima la nuca contra el suelo, Relaje, inspire y expire.
•        Centre la atención en el abdomen, ténselo como si quisiera protegerlo de un golpe. Relaje, inspire y expire.
•        Ahora tense la pelvis.
•        Centre la atención en los genitales. Relaje, inspire y expire
•        Contraiga con fuerza las nalgas. Relaje, inspire y expire.
•        Centre la atención en el pié, ténselo con fuerza. Relaje, inspire y expire. Repite con el otro pié.
Para finalizar nos quedamos quietos y relajados durante cinco minutos. Abrimos lentamente lo ojos y no incorporamos lentamente.  Recuerde que este ejercicio lo puede realizar con sus estudiantes.


TEST PARA MEDIR EL ESTRÉS


1. ¿Te resulta más difícil levantarte por las mañanas, más de lo que te suponía hace un año?
2. ¿Estás demasiado pendiente del reloj últimamente?
3. ¿Sientes que haces siempre las mismas cosas?
4. ¿Piensas que no se te valora lo suficiente en tu trabajo?
5. ¿Te sientes, últimamente, distante de la gente?
6. ¿Tienes problemas en tus relaciones interpersonales?
7. ¿Te sientes enfadado/a o negativo/a frecuentemente?
8. ¿Te sientes descontrolado/a emocionalmente?
9. ¿Lloras con frecuencia o pierdes fácilmente el control de tus reacciones?
10. ¿Te resulta difícil ser una buena madre o padre?
11. ¿Pierdes fácilmente la paciencia por cosas de poca importancia?
12. ¿Han cambiado significativamente tus hábitos de sueño o de  alimentación?
13. ¿Estás utilizando tranquilizantes, pastillas para dormir o estimulantes?
14. ¿Consumes más bebidas alcohólicas de lo habitual?
15. ¿Ves demasiado la televisión?
16. ¿Te sientes preocupado/a delante de los acontecimientos de tu vida?
17. ¿Te despreocupa cada vez más la calidad de tu trabajo?
18. ¿Te quejas a menudo de todo y de todos?
19. ¿Tienes miedo de que cualquier pequeño detalle pueda descontrolarte?
20. ¿Te cuesta mucho aceptar una crítica moderada?


Resultado: Si ha contestado SI a más de la mitad de estas preguntas, puede estar  en una fase de agotamiento mental, físico o fatiga y es el momento de tomar un respiro y buscar ayuda profesional.