El estrés de los maestros se encuentra asociado a múltiples aspectos, entre los más comunes o frecuentes se encuentran: las múltiples tareas y responsabilidades que llevan en muchos casos a sobrecarga laboral, el comportamiento de los estudiantes y la disciplina en el aula, la relación con los padres de familia, el bajo reconocimiento profesional, las dificultades con los recursos, la interrelación con los otros maestros, la presión ejercida por el equipo de dirección.
Hay autores que también señalan como estresores las condiciones del ambiente físico de trabajo, es decir, el ruido, la iluminación, la acústica, la temperatura.
Esta situación ha llevado a que cada vez sean más los docentes que padecen dolencias de tipo psicosocial llegando incluso a desplazar enfermedades características de este gremio como la disfonía, los problemas esquelético-musculares, los problemas de varices. Cada vez son más los casos de incapacidad, de ausentismo y de retiro definitivo de las aulas por invalidez o simplemente porque se abandona la profesión por enfermedades psicosociales.
La prevención del estrés debe abordarse desde varios puntos de vista a nivel individual, institucional, médico, familiar, entre otros. Sin embargo, es de vital importancia que en cada institución educativa se haga una evaluación de riesgos psicosociales encaminada a identificar aquellos factores de riesgo que provocan o potencializan esta situación con el fin de determinar los correctivos necesarios y las medidas de prevención.
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